Esta entrada del blog también es política.

Las redes sociales son un asunto complicado. Sólo tengo presencia en dos de ellas, Roleplus y Twitter, y participar, lo que se dice participar, participo poco. Si tú también tienes cuenta en Twitter, habrás adivinado por el título de lo que voy hablar hoy. Si no es así, y sobretodo, si no te interesa la política, puedes dejar de leer ahora y volver el sábado cuando, de manera extraordinaria, publique la entrada que tenía pensado publicar hoy.

Sin embargo, déjame recalcar antes, que como quedó claro casi unánimemente en el hilo que se creó hace un par de días alrededor de un post de Sirio Sesenra, la política, también es rol ...porque el rol, es política.

Pocas veces veo la necesidad de ir más lejos y comentar en Twitter, y este caso no es diferente. Pero mi elección de no participar en ese hilo más que con algún "me gusta", no implica automáticamente que apoye el status quo predominante en la cultura previa a la creación de ese hilo. Tampoco se debe deducir, como se suele decir, que "quien calla otorga" y que por tanto estoy apoyando la opinión mayoritaria expresada en ese hilo. 

Aunque si algo me quedó claro leyéndolo, es que la "opinión mayoritaria" sólo se plantearía lo primero.

Y dado que el rol, por lo visto, es política, me veo impelido a hacer una análisis como con cualquier otro sujeto de teoría rolera. Supongo. Te invito a leer el hilo, aunque en pos de agilizar, he creado un "retrato robot" por así decirlo, de la opinión mayoritaria expresada en el mismo sobre el tema en cuestión, que vendría a tener un aspecto más o menos así:

"No posicionarse en política es política. El arte es política. La ficción es política. El sexo es política. La comunicación es política. Ciertas cosas pueden ser morales, éticas o sociológicas... pero por encima de eso, son política. Lo personal es político. Todo juego de rol es político. Quitar la política del rol es política. Si no te gusta la política en los juegos de rol, no te gustan los juegos de rol. La política determina casi todos los aspectos de nuestra vida (¿casi...?). 

Da igual tu posición al respecto: todo es política."

Te tengo que pedir de nuevo que leas el hilo tú mismo, porque obviamente estoy juntando por conveniencia la opinión de varias personas diferentes que no tienen por qué coincidir en todo. Pero prácticamente, eso que acabas de leer era la opinión manifestada por la mayoría en el hilo.

...y este era yo leyéndolo.

Vamos a intentar empezar por preguntarnos si el arte y la ficción son política. 

Uno de los argumentos a favor esgrimido de manera más consistente, sería lo de que para un autor resulta difícil crear una obra de ficción de manera objetiva, y que su ideología política siempre se dejará ver de un modo u otro en los elementos del argumento. Aunque esto puede pasar, no puedo evitar acordarme de un episodio vivido también en RR.SS. el verano pasado, en que alguien compartió este collage en que se separaba con una presunta pretensión clínica, los videojuegos considerados "de izquierdas" de los videojuegos considerados "de derechas." Y aunque los criterios usados están expuestos en la propia imagen, creo que es justo decir que la inmensa mayoría de los que vieron la imagen se quedaron poco menos que patidifusos acerca de por qué un juego estaba en una lista y no en la otra. 

¿La conclusión? Incluso en cosas como los videojuegos, que por lo general no son creados por un sólo autor, esto no es algo tan simple, e incluso con unos criterios establecidos, la divergencia de opiniones que se vio sobre la lista determina (por lo menos) que el ojo del observador juega un papel más importante. Pero este no es todo.

Había quienes muy seguros de sí mismos, retaban a a cualquiera a encontrar una sola escena en una narrativa de ficción que no tuviera una connotación política. Esto me recuerda más a algo que ya vimos en la reseña de Play Unsafe, el libro de Graham Walmsley, en que sugería que todas las historias tratan sobre el estatus social, porque inevitablemente va a ser la causa última de los conflictos de esta, desde la acción hasta el diálogo. Lo cuál, sencillamente, no es cierto.

La mayoría de historias de ficción, si están contadas de manera mínimamente competente, hacen uso lo máximo posible de alegorías, por dos razones. La primera, es porque para que el autor pueda aspirar a conectar con el mayor número de personas en su audiencia, tiene que imbuír a los elementos de su historia de las cualidades de arquetipos lo más universales posibles. Así, por ejemplo, los oficiales del NKVD en Night Witches, no se limitan a representar al estado comunista, ni siquiera al estado, y ni si quiera al machismo... representan simplemente la opresión, como quiera que nosotros, como audiencia (y como jugadores), la hayamos experimentado a lo largo de nuestras vidas.

Del mismo modo, los nazis en ese juego no representan necesariamente sólo a los nazis, si no a cualquier amenaza dentro de nuestra sociedad, lo suficientemente alienada, inteligente y rabiosa contra el resto del rebaño, como para que no nos quede al resto más remedio que deshumanizarlos para acabar con ellos con una conciencia tranquila. Los orcos en El Señor de los Anillos, bien podrían representar a soldados alemanes, pero todo apunta a que no son los que tú crees...

La conclusión, entonces, es que cuando vemos alguna vez algo en una historia que nos recuerda a otra cosas, esto casi seguro es intencionado.... pero al mismo tiempo no lo es. ¿Sabes cómo te digo...?

Los drows en cambio... según parece representan otra cosa...

Ahora, hablemos realmente de lo que concierne a la mayoría del hilo, y a este blog que estás leyendo: ¿son los juegos de rol política (y en el caso de que no lo fueran *sic* también lo serían)?

En el hilo de Twitter se vieron principalmente tres argumentos sobre esto, con más o menos mérito.

A uno de ellos se le aplican las mismas conclusiones expuestas más arriba. El argumento era que cuando una historia trata sobre castillos, dragones y caballeros, eso también es política incluso aunque la gente no quiera verlo. Pero como ya he dicho más arriba, todo son alegorías. Sin duda, el feudalismo puede ser una interpretación válida de la historia. Y en las cartas del tarot -y los arquetipos que se vienen utilizando en muchas historias desde el principio de los tiempos- el "Emperador" representa la autoridad, en particular la autoridad paterna, y el "Bufón", la inocencia y la espontaneidad. 

Fallo en ver el por qué una interpretación tiene que excluir, o en su defecto ofuscar, el mérito de las demás.

El segundo argumento, es que cualquier dilema moral en una partida de rol, es una prueba ipso facto, de la naturaleza política inherente del rol. El ejemplo que vino a la mente de muchos en el hilo, fue el del dilema del bebé orco, que ya cubrí en su momento en el blog. Cuando escribí sobre él, nunca se me ocurrió otra cosa que intentar verlo desde la perspectiva de las cuatro corrientes del pensamiento moral en la filosofía, a saber: ética de la virtud, consecuencialismo, deontología y particularismo. Sin embargo, esto parece decir que la única lectura posible, habría sido según algo como el modelo de dos ejes de la posición política (el típico que todos hemos visto alguna vez: económico/social y liberal/totalitario).

La interpretación estrictamente moral, parece la más pertinente, y no veo por qué motivo debería subyugarla o ponerla por debajo de la interpretación política, sobretodo cuando la moral se puede articular sin necesidad de la política, pero no a su vez a la inversa (¿...hay un libre mercado de bebés orcos del que nadie me ha informado?).

El tercero del que quiero hablar, que no es exactamente un argumento, era un comentario que señalaba que, aún concediendo que "los juegos de rol pueden ser políticamente neutros, los autores tienen el deber de pronunciarse sobre cómo se politizan estos en la comunidad."

¿Para qué? 

Es lo único que falta de esa proposición, y es algo que como diseñador parece que debería urgirme encontrar la respuesta. Porque si es para poner fin a un uso incorrecto de los juegos que diseño, lamentablemente, no tenemos ese poder (...ojalá). Si es por el modo en que se politiza, no veo problema en que otro colectivo lo politice de otra manera, ya que partimos de la premisa de que los temas presentados evoquen algo tanto para quien vive en España en el 2020, como quien vive en Gran Bretaña en 1954, como si vives en Night City en el 2077 (mi actual lugar de residencia). 

De no ser así, estoy de acuerdo con volver a la mesa de diseño, y crear alegorías más universales. Lo que no puedo garantizar aún así, es que otros no puedan interpretar los elementos dados de la ficción con las connotaciones que quieran. Todo lo contrario: si lo hago bien, mi intención es que todos podáis hacerlo, y enriquecernos así de una diversidad de puntos de vista. ¿No es eso lo que queremos...?

Tiene que ser una de esas. No se me ocurre ninguna otra razón por la que
puedan querer que los diseñadores nos pronunciemos sobre algo así....

Creo que mi trabajo como divulgador de rol no ha terminado. Si realmente queremos aparcar este tema, y con suerte, que no tenga que volver a escribir otra vez sobre política en este blog, sólo queda una pregunta que debo contemplar de manera exhaustiva antes de que mi análisis sobre la teoría de este aspecto de los juegos de rol esté completo.

¿Es todo política...? Y cuando decimos todo, por lo visto, queremos decir todo. Pues a ver... voy a intentar hacerlo lo mejor que pueda. Al fin y al cabo no terminé la universidad, y sólo tengo un título de una escuela de arte...

El hilo conductor de todo lo que hemos visto parecería indicar que la causa de que todo es político es porque todo es social. Sin embargo, lo que me hace dudar de esto, es el hecho de que se haya señalado específicamente lo personal y lo sexual como cosas que también son políticas. Pero supongo que hemos cruzado hace rato la barrera en la que se asume que la intimidad de nuestras mentes, como el objeto de deseo cuando nos masturbamos, tienen consecuencias sociales, y por lo tanto, políticas. Vaya por Dios. Y yo que pensaba que era todo lo contrario.

Quizás la pregunta que sigue es... ¿estamos seguros de que toda interacción entre seres humanos es social? ¿Es la violencia, social? Existe también una abundancia de personas que se pasan la vida evitando interacciones sociales, sin una motivación política ulterior. Pero supongo que si todo es político, lo apolítico es un absurdo... Ya lo tengo. Que hay de algo tan simple como entrar a una tienda, y realizar una transacción económicao.... ooooohhhhhh... Vaaaaale, creo que ahora empiezo a ver de qué va esto. El modelo de los dos ejes, ¿eh? Ahora empiezo a tener una idea más clara de lo que hay tras el "retrato robot" que hemos visto al principio.

Entonces, si lo personal, lo sexual y lo económico, es social incluso cuando no lo parece, y por tanto político, la magnitud de cosas que construyen el entramado político-social son casi tan complejas como ingobernables. Para no volver a cometer errores como pensar que lo sexual es personal, supongo que la única pregunta que queda, es si sería posible habilitar un espacio en que las ideas nuevas puedan ser puestas a prueba y debatidas. Si no me equivoco, este es el rol que en la sociedad ocupaban hasta ahora las instituciones académicas, como las universidades.

Como he dicho antes, no terminé la carrera, así que hace tiempo que no sigo el estado de las universidades, me pregunto como les... ¡HOSTIA PUTA!, ¡ME CAGO EN DIOS, pero qué coño!, ¡¿pero de verdad hicie...?!, ¡¡¡pero qué cojones!!!

Olvídemoslo. Hasta aquí mi análisis. Supongo que ese espacio seguro en el que discutir ideas tendrá que ser el cedido por una empresa privada multi-millonaria como la que sustenta la infraestructura de Twitter. Al menos sabemos que no puede ir a peor, ¿no? Os dejo con una herramienta gratuita que os ayudará a integraros mejor en Twitter y a dejar de validar el status quo con vuestro silencio, como hago yo.

Pasadlo bien.




Comentarios

  1. Esto me recuerda al concepto de nada es gratis; por mucho que lo vendas como gratis, siempre hay una marca detrás; tu nombre. Y te aseguro que se gana más indirectamente. (Aunque siempre puedes crear una obra anónimamente y desprenderte de ella, como el ermitaño ajeno al super yo)
    Con la política pasa lo mismo, incluso cuando copias ideas. Pero vaya, creo que se debe separar la obra de los patrones que hemos etiquetado para dividir a las personas.
    Extra bonus: Busca tu felicidad sin molestar a otros. Haz bien y no mires a quien.

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    1. Todos los conceptos que puedan separarse, se tiene que separar: eso es conocimiento, y lo contrario es ruido.

      A mi a lo que me recuerda en concreto es a dos chistes. Uno es el del tío que va al médico, y este le pide que le señale dónde le duele, y el tipo se señala el brazo, la pierna, el pecho, la cabeza... a lo que el médico concluye: "Usted lo que tiene es el dedo roto." El otro chiste, es el del misionero que va a una jungla, y tras ser evangelizados, el líder de la tribu pregunta si, de haber muerto antes de haber conocido la palabra de Dios, habría ido al infierno; el misionero responde que no, que en su ignorancia habrían ido al cielo. Y el líder de la tribu, enfadado: "Entonces, ¡no habernos dicho nada!"

      Menudo regalo el de la gente que se dedica a intentar evangelizarnos por Twitter, cuando lo único que hacen es intentar rompernos el dedo.

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    2. Otro concepto que no es lo que parece o es ambiguo, es el altruismo.
      Me encontré en el libro "Compórtate" que estoy leyendo ahora de Robert Sapolsky (Mejor libro de ciencia 2017) estas cuestiones:
      "¿Existe realmente el altruismo puro? ¿Se puede alguna vez separar el hacer el bien de la esperanza de reciprocidad, de aclamación popular, de autoestima o de la promesa del paraíso?"

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    3. Los dilemas morales, en términos de "lo bueno y lo malo", los veo como algo muy condicionado a nuestra capacidad de ver hasta donde llegan las consecuencias de ambos tipos, y en el caso de consultar nuestra conciencia, nuestra conciencia es la que nos dice "corta aquí, más allá no quiero saber nada" o "bueno, corta un poco más allá, que creo que podemos abarcar sin derrumbarnos en una depresión culpable."

      Es una cuestión de escala, y por eso esto que escribes sobre el altruismo puro ...pues a mi no me cabe ninguna duda de que no. Te recomiendo el "Ética sin principios" de Jonathan Dancy, que es la introducción imprescindible al particularismo moral.

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