Veintiún arquetipos literarios.
Hoy es sábado (o al menos en el momento de publicar esta entrada) y sin que sirva de precedente, os traigo una nueva aportación para compensar el haberme pasado el jueves hablando de política.
La verdad es me urgía publicar esta entrada cuanto antes, porque la intención es que sirva de complemento a la que escribí la semana pasada sobre la dualidad personaje/jugador y cómo cabalgarla. Tampoco va a ser una entrada típica, si no algo más en la línea de aquella que hice con una lista de subtramas para personajes, o aquella otra en que comentaba las "22 reglas de Pixar" y cómo podríamos aplicarlas al rol. Como sabéis, no me van mucho las típicas herramientas y "truquis" de escritor que ya tienen su espacio en infinidad de otros blogs, canales de Youtube y libros para aprender a contar historias escritos por personas de Hollywood que han leído muchos guiones y escrito ninguno.
Los arquetipos de inspiración jungiana, como los arquetipos de Campbell, serían una de las contadas excepciones.
Son una herramienta útil para todo lo que tenga que ver con escribir personajes, y por lo general, considero que son lo suficientemente simples, universales y en fín... "redondos", como para resultar aptos para su uso con material de ficción, al contrario que otras herramientas que usan escritores (como los tipos de personalidad de Myers-Briggs). Así que hoy vamos a ver los siete arquetipos de Campbell, y otros catorce arquetipos de entre los más recurrentes en historias (aunque la lista es bastante más larga).
Recordad sin embargo, que estas son herramientas, y hay que saber cuándo y cómo usarlas, y lo que no es menos importante... usarlas. Me parece un requisito decirlo a estas alturas, porque muchos junta-letras aficionados piensan que cosas como el Viaje del Héroe son como robots de cocina que van a hacer el 90% del trabajo por tí. Pero en el caso en particular del rol, los arquetipos pueden sernos útiles para crear rápidamente elencos grandes y heterogéneos de PNJs (p.ej: miembros de una facción, o habitantes de un pueblo), o como referencia para interpretar personajes que parezcan "vivos" y cuyo rol en la historia sea inmediatamente reconocible por los demás en la mesa.
Mientras que los arquetipos de la lista general describen clusters de personalidad que pueden combinarse si no son mutuamente excluyentes, los arquetipos de Campbell, como veréis, son más como "dinámicas" entre las que un mismo personaje puede alternar según el momento de la historia.
Y sí, entre los arquetipos de Campbell no he incluído al Aliado, ni tampoco la Diosa o el Padre, porque no me parecen tan esenciales. Y sí, también podéis usar los arcanos del tarot como arquetipos.
Primero, vamos con los arquetipos de Campbell, que aparecen como parte del Viaje del Héroe:
Guardianes del Umbral
Heraldo
Héroe
Mentor
Tramposo
Sombra
Ahora, continuamos con la lista más general de arquetipos:
Representado por amigos íntimos, cónyuges y la mujer del protagonista en cualquier serie policíaca. Tienden a sacrificar demasiado de sí mismos para satisfacer, o siquiera para estar, junto a quien aman. Pueden ser un poquito "aburridos" porque realmente sus relaciones lo son todo: buscan la estabilidad, y su peor pesadilla es sentir el rechazo y la soledad de esa persona especial en sus vidas. Rasgos: devoción, pasión, abnegación, intimidad, compromiso, gratitud.
Artista
Representado por creativos, inventores, autores y visionarios. Saben lo que quieren, y trabajan casi exclusivamente para realizar su visión. No tienen tiempo para la mediocridad, y su única pesadilla es ver su visión incompleta, malinterpretada o fracasada. Parte de la gracia en su arco como personajes, es comprobar cuál es el precio que pagan por ella. Rasgos: creatividad, imaginación, perfeccionismo (no siempre una virtud), perseverancia, inspiración, sacrificio.
Bufón
Representado por el típico alivio cómico, party animal y todos los idiotas adorables de dibujos animados casados con una mujer diez veces más atractiva. Su mayor miedo es el de aburrir y ser rechazado por otros. Su meta es disfrutar de la vida y pasarlo bien (y a veces, su tragedia radica en ser los únicos que no lo consiguen). Algunos bufones son egocéntricos o inútiles para el grupo, pero al mismo tiempo, pueden terminar siendo guardianes de una extraña sabiduría. Rasgos: sentido del humor, espontaneidad (su lema bien podría ser "carpe diem"), frivolidad, felicidad, torpeza/estupidez.
Representado por figuras paternas, buenos vecinos, santos y personajes de gran corazón. El cuidador no sólo ayuda a los protagonistas, es que ayuda a todo el mundo que lo pida. Esto por desgracia les lleva por la vía de los mártires, con otros personajes aprovechándose de ellos, o concluyendo sus arcos con el último de los sacrificios. Su peor cara es la de la ingratitud y la indiferencia. Rasgos: compasión, altruismo, más compasión, vulnerabilidad, discreción y compasión.
Algo así como el arquetipo del "hombre común" o "ciudadano medio." Una persona normal, ordinaria. Representado por buenos ciudadanos y "buenos chicos", currelas, y la voz protestona transmitiendo las preocupaciones de todos por encima del ruido en cualquier reunión de vecinos. Lo único que quieren es encajar con la masa, y por eso temen sobresalir, ser señalados o dejados de lado. Esto les lleva a abandonar aquellas cosas que les hacen especiales. Rasgos: realismo, simpatía, humildad y la más absoluta mundanidad.
Representado por individualistas e iconoclastas, exploradores (literales), y pioneros de campos específicos. Su objetivo es explorar -de un modo u otro- lo desconocido. Traspasar fronteras. La cosa es que a veces les resulta fácil perder el rumbo ...tampoco suelen ser de fiar. Y es que dado que lo único a lo que temen es a conformarse, y a sentirse atrapados, esto les hace impredecibles. Rasgos: curiosidad, auto-descubrimiento, temeridad, ambición, autonomía, acción.
Representado por la mayoría de héroes y "protas": Sylvester Stallone, Dwayne Johnson, pero no Woody Allen. También pueden ser, por otro lado, los ídolos que estos suelen tener en esas mismas historias. Su papel es el de derrotar al enemigo, superar el desafío, y a ser posible, no sufrir una crisis de fe por el camino (...ni subestimar la habilidad de sus adversarios). Rasgos: habilidad, coraje, fuerza de voluntad, conquista, competencia, arrogancia (para bien o para mal).
Representado por literales huérfanos y personajes que son catapultados a una nueva cumbre social, así como todos los héroes que comienzan con corta edad. Teme sentirse rechazado e incomprendido, y cualquier "talento especial" que tengan tendrá la culpa. Su meta es encontrar una familia (literal o figuradamente) ya que en su presente situación, se encuentra sólo. Rasgos: empatía, humildad, suerte, instinto de supervivencia, brújula moral y conciencia de clase.
Representado por niños, "turistas" de tierras exóticas, personajes con discapacidad intelectual y románticos soñadores. Todo lo que piden es ser ellos mismos, pero a menudo se les requiere desarrollar habilidades nuevas y aprender lecciones duras. Tienen miedo de defraudar, de decepcionar, de ser castigados, y cualquier villano de tres al cuarto invocará estos para manipularles. Rasgos: pureza, ingenuidad, entusiasmo, honestidad, inexperiencia (o incompetencia), optimismo.
Representado (por supuesto) por magos, dioses, y guardianes de los "grandes poderes". También chamanes, líderes carismáticos y super-genios. Su meta es mantener el orden en el mundo, cuando no es ser el catalizador del cambio. Este arquetipo funciona mejor como villano, o como el rostro visible del poder superior que sirve de "espónsor" a los héroes de la historia. Rasgos: poder, disciplina, conocimiento, responsabilidad, estrategia, manipulación (en su vertiente más oscura).
Representado por nobles, jefes mafiosos, políticos, directivos de empresas, e incontables villanos. Temen al caos y a la llegada de su inevitable caída, y en el proceso, su primer fallo suele residir en cómo delegan su poder. Su meta es tomar el control y ejercerlo, ya sea por ellos o por el bien común, y a menudo la causa de su caída es precisamente la falta de contacto con la realidad en que viven sus "súbditos." Rasgos: autoridad, estatus, poder, control, liderazgo, paranoia.
Representado por criminales, forajidos, justicieros, revolucionarios, marginados, y las heroínas de cualquier novela young adult. Los rebeldes ya viven inmersos en su peor miedo, que es vivir en el mundo injusto en el que viven. A partir de ahí, buscan restablecer el equilibrio y arreglar lo que está mal, y si hay que concederles algo, es que saben hacerlo con pocos recursos. El mayor problema del rebelde, es que a menudo flirteará con la idea de que el fin justifica los medios. Rasgos: independencia, insurrección, oposición, justicia, venganza y radicalización (cuando van demasiado lejos).
Calcado al arquetipo del mentor, lo representan filósofos, académicos, profesores, detectives y abuelos y abuelas en general. Temen al daño que pueda hacer la ignorancia, a confirmar sus peores predicciones y a los demonios del pasado. El objetivo del sabio es mostrar el camino a otros, o descubrirles la verdad sobre el mundo. Ya sea por un exceso de cautela, o por ceder protagonismo a sus pupilos, su mayor defecto es que son incapaces de pasar a la acción. Rasgos: experiencia, calma, cautela (puede que excesiva), inteligencia, reflexión, verdad.
Representados por femme fatales, hombres de negocios, vendedores charlatanes, gente guapa en general, y cuando no, Lucifer en carne y hueso. A menudo suelen funcionar mejor como villanos, o villanos secundarios. Personajes que pretenden conseguir lo que quieren de otros, vendiendo aquello que no tienen realmente, o que viene con un alto precio. Su punto débil suele ser que sus trucos tienen fechas de caducidad muy cortas. También su propensión a creerse sus propias mentiras. Rasgos: belleza, sexo, dinero, influencia, lealtad, amoralidad.
¿Eso es todo...? Sí... creo que eso sería todo: veintiuno es un número que suena bastante guay.
Como siempre, gracias por leerme, y nos vemos el jueves que viene.
¿Qué tienes pensado para el próximo jueves? :—)
ResponderEliminarCreo que va tocando hacer otra guía de género de ficción, como las que solía hacer hace tiempo, de cómo dirigir cyberpunk, ciencia-ficción, terror, y demás.
Eliminar¿Alguna propuesta para el género a tratar? Te doy la oportunidad de decidir por todos xD
Me interesa lo que tienes que decir sobre la dirección de cyberpunk y sci-fi. El terror no es lo mío.
EliminarMe interesa en particular como conseguir en tono de cada género.
Los artículos de cyberpunk y sci-fi ya los tienes en el blog. Por mi parte, lo que estaba barajando eran super-héroes o noir/neo-noir, pero no sé si interesará mucho.
EliminarUn artículo específicamente sobre el tono no sería mala idea, porque el tono, en ficción, se refiere al modo en que el autor indica la emoción o la actitud adecuada que la audiencia debe tener sobre el sujeto en cuestión, pero en el rol, el tono es una cuestión más práctica. Como jugador necesito entender el tono de la campaña para hacerme una idea del rango de consecuencias que puedo esperar a mis acciones, o de las acciones de otros. También para proponer mis propias ideas para la historia y esperar que sean aceptadas, tendrán que (por lo menos) no "desentonar."
Un artículo de co-autoría con este enfoque no estaría mal.
Los super-héroes tampoco es lo mío y el rollo noir me causa indiferencia. Pero te animo a que abarques lo que a ti te gusta... ;—)
Eliminar¿Cuál es tu referencia bibliográfica?
ResponderEliminarEn los primeros párrafos del artículo hay un hipervínculo que explica de dónde vienen estos arquetipos. Lo vuelvo a poner aquí: https://scottjeffrey.com/archetypes-list/
EliminarEn resumen: contrariamente a lo que se dice por ahí, ninguno de los arquetipos usados en literatura fueron establecidos por Carl Jung propiamente, si no por un libro destinado al marketing/auto-ayuda llamado "The Hero & The Outlaw" de Carol S. Pearson (2001), y que seguramente tomaba como referencia el "King, Warrior, Magician, Lover" (1990) del analista jungiano Robert L. Moore, y el "The Writer's Journey" (1992), del guionista Christopher Vogler (este último además, presenta y estandariza los arquetipos de Campbell mucho mejor de lo que lo hace este en "The Hero with a Thousand Faces").