La inmersión me suda los c*j*n*s.
Si eres seguidor habitual de este blog, hoy es un día tan bueno como cualquier otro para recordar por qué lees esta clase de contenido divulgativo sobre rol (...con el que al parecer tanta gente tiene un problema...). ¿Es porque llevo más de veinte años jugando a rol, o tengo una modesta colección de manuales? Eso lo puede decir cualquiera. ¿Porque (...con toda la humildad de la que soy capaz...) me expreso bastante bien de forma escrita, y controlo de otros temas además de rol? ¿O es porque, en el tiempo que dedico semanalmente a mantener este blog (de seis a ocho horas), me documento, reflexiono, y me esfuerzo por presentar nuevos argumentos de nuevas maneras --y sobre aspectos muy concretos del juego-- más allá de lo que se dice ahí fuera e incluso de lo que mi propia experiencia me dicta?
Ni idea. Pero como poco, me gustaría pensar que quien me lea en algún momento, lo hace porque ofrezco una "opinión mínimamente informada", más que por experiencia o maestría en tal o cuál cosa.
Sin embargo, hoy hablaré de algo en lo que no tengo ninguna experiencia. Si bien desde mi punto de vista, nadie la tiene.
Más de una vez me habréis oído decir que soy un "ateo de la inmersión", ya sea en anteriores entradas de este blog, o en charlas en Youtube como esta última. Lo que quiero decir cuando digo esto, es que lo que la gente define como el ideal de inmersión, y lo que la gente describe como la experiencia de la inmersión, no sólo me parece que son cosas muy diferentes, si no que una es un imposible, y la otra tiene que ver con otras cosas que tienen nombres muy diferentes.
La definición que --creo-- está más comúnmente aceptada para "inmersión", es que es un estado en que el ego se diluye en el personaje, y olvidamos la realidad externa. Se conseguiría manteniendo unas expectativas y verosimilitud relativas al entorno de ficción y los personajes involucrados, cultivando una imagen mental de la localización y acciones en esta ficción, y expresándose en todo momento como el personaje (en diálogo, acciones, y decisiones éticas). Pero el caso es que otro concepto que suele aparecer cuando se habla de inmersión, es el de "flow state", o símplemente "flow." En este artículo, el psicólogo Mihály Csíkszentmihályi (...que asumiremos no es de por aquí...) dice que en un estado de flow, "el ego desaparece." En el artículo se define el flow como algo que tiene lugar cuando haces algo que te gusta y se te da bien, poniendo el ejemplo del arte o el deporte, donde nos concentramos en la ejecución y el tiempo parece pasar despacio: "completamente absorto en algo" y en un estado de "gran satisfacción, energía y participación."
¿Con cuál de las dos te quedas? ¿Cuál de los dos estados crees que has experimentado?
Otro artículo que viene a la mente, es este que circulaba hace unas semanas en RR.SS. de un estudiante de antropología. En él, el autor se basa en el uso que hace el sociólogo Erving Goffman del concepto de frames y del estudio etnológico sobre juegos de rol contenido en el libro de Gary Fine, Shared Fantasy, para describir algo muy similar al Big Model: un modelo fenomenológico del rol construido a partir de tres marcos, el social, el del juego y el de la ficción.
Trazando paralelismos como el que construye con el "teatro épico" de Brecht, el artículo sugiere que una alternativa de juego no-inmersivo, no significa necesariamente reducir el rol a un juego de mesa, o a un juego de estrategia, si no que todavía puede ser igual de deseable, satisfactorio, e intenso. Presuponiendo que la inmersión no es posible, ¿sería por el contrario posible este "encantamiento no-inmersivo" (sus palabras, no las mías)? Veamos algo que dijo Vincent Baker en una entrada de su propio blog, centrada en el tema de la inmersión. En ella parece reconocer la inmersión como fenómeno, pero considera que no es incompatible ni con la co-autoría ni con el metajuego:
“Se da por hecho que una balsa de cosas positivas van a prevenir la inmersión. Cosas como: mecánicas de juego en las que tomas decisiones como jugador, no como personaje. Tener información de la ficción del juego que viene de fuera de las acciones de tu personaje, al alcance de la mano. Actuar acorde a la propiedad compartida de los personajes de los otros jugadores, y permitiendo a estos actuar acorde a su propiedad compartida del nuestro. Pensar en las decisiones pasadas y futuras de tu personaje, también desde tu propio punto de vista, no sólo el de tu personaje. Tener metas y planes para el juego fuera de las metas y planes de tu personaje. ¡Jugar como más de un personaje! (...) ‘Pero es que esto va a prevenir la inmersión.’ Qué tontería.”
Al final de la entrada que escribí y que llevaba por título "Tu personaje no eres tú", usaba el ejemplo de las reacciones lacrimógenas al final de la segunda temporada de The Mandalorian, como un modo de probar que si lo que buscamos es una relación emocional con el material de ficción, todavía es posible independientemente del nivel de inmersión, y meramente basándonos en nuestra propia relación con la obra y los elementos de la ficción.
Añadiría, que incluso un actor profesional es capaz de entender que no puedes sentir las emociones de alguien que no existe. Puedes forzar artificialmente el estado emocional (provocándote el hype con una intensa y consciente preparación) o puedes recurrir a emociones propias ya pasadas, como en este ejemplo (...aviso de spoiler para los veinte primeros minutos de The Last Of Us...), pero esto es algo peligroso o cuanto menos, una situación compleja que requiere cautela. Y es que estos actores no hacen más que crear también su propia relación personal con el material de ficción.
Creo que estoy bastante de acuerdo con lo que dices. :-)
ResponderEliminarSólo por si acaso, reitero que es mi opinión XD (...aunque por eso también procuro plasmar opiniones de otras fuentes para estas cosas...)
EliminarFluhr: muy interesante el artículo. Hay un par de cosas que me han sorprendido. Por un lado que el estado de flujo se relacione con la inmersión. Pero si, cuando un deportista, un torero, o un artista están en estado de flujo tienen toda su atención focalizada en su tarea, por lo que podría decirse que están inmersos en ella. La otra cosa que me ha sorprendido, es que la inmersión se relacione con meterse mucho en el personaje. Porque en mi caso la inmersión tiene mucho que ver con sentir que yo, vivo una experiencia en primera persona. Interpretar a un personaje que piense de manera diferente a mi mismo, me saca bastante de la inmersión. Por último decir, que al menos en mi caso no hay filia y fobias categoricas. Todos los aspectos de los juegos de rol me gustan, pero en diferente grado. De todo se puede disfrutar, siempre respetando el disfrute del resto de jugadores.
ResponderEliminarComo digo al principio, yo parto de la que creo que es la definición más comúnmente aceptada, pero hay quien lo interpreta de formas diferentes, en tu caso, es el lado más escapista. Cuando me documenté para escribir la entrada, me encontré muchos ejemplos de esta confusión provocada por no tener una teoría y una nomenclatura establecidos (aquí un ejemplo: https://www.reddit.com/r/rpg/comments/75z8kj/escapism_vs_immersion/).
EliminarFluhr: Gracias por la referencia. No conocía el concepto escapismo. Está muy relacionado con la inmersión "immersion lends itself to successful escapism". Aunque el término etimológicamente tiene un sesgo que no me parece muy apropiado. Ya que mi intención es disfrutar de una experiencia ajena o paralela a la realidad, pero eso no significa que necesite huir de la realidad, porque la realidad no me agrade. Un juego que se enfoca bien al escapismo tal vez sería "El fin del mundo" de Álvaro Loman. Creo que en él te interpretas a ti mismo, o en todo caso a un personaje tan vulgar como uno mismo. Cambiando de tema, creo que como máster a veces entro en estado de flujo. ¿No te ha pasado alguna vez, que se te pasa el tiempo volando, no paras ni para beber agua, comer, ni ir al baño, y estás sumido en una sensación ligeramente placentera mientras diriges la partida?
EliminarMe compré el manual de El Fin del Mundo (el de zombis), y luego descubrí que no me gusta demasiado el sistema. Es de esos sistemas que por cada cosa que hacen bien, hacen dos que tiran en la dirección contraria.
EliminarFlow como jugador y como GM sí, si hay suerte, a menudo. Ha habido tardes en que me he quedado afónico y pensando "¿tampoco he hablado tanto rato, no?, y he estado bebiendo agua... creo." Pero teniendo en cuenta que como GM eres el único cuyas responsabilidades le obligan a pensar tras la pantalla, a actuar como autor, pues lo de la inmersión es un absurdo. Por lo menos si entendemos inmersión como el pretender que no estás jugando a un juego (ignorar el metajuego), y olvidarte de tu propia persona.
Sin ánimo de desdecir nada, me gustaría aportar algo. Me parece que una cosa es inmersión desde el punto de vista teórico, tal como has tratado en el artículo, y otra cómo se utiliza esta palabra en el mundo rolero,o, al menos, en los ambientes en los que yo me muevo.
ResponderEliminarCuando hablo de inmersión, o suelo oír de inmersión, se refiere a la capacidad de entrar en la historia, de imaginar lugares y personajes, o incluso el tono, por llamarlo de alguna forma. Cuando el master consigue atraer la atencióin de la mesa, y dejas de pensar en tus cosas para escucharle, y te describe esa casa abandonada en la que han entrado los PJs, y lo hace de tal manera que te hace sentir ahí, como cuando lees un libro, eso es la inmersión, en el sentido en el que le doy yo.
Sería pues, más bien, una inmersión en la realidad compartida que se genera en la mesa de juego. No tanto el bleed en el que te centras, que aunque relacionado con la inmersión me parece un fenómeno distinto. El caso es que, bajo mi punto de vista, la inmersión es algo deseable, puesto que centra la atención y genera flow. Pero desde luego no lo único deseable que puede tener una partida de rol.
En este sentido, yo hablaría de dos cosas distintas: las que interrumpen la inmersión y las que la estropean.
Cuando sale a la luz la mecánica de juego y se gastan puntos de algo o se tira el dado, o cuando se hace algún comentario ajeno al juego, o sobre el juego pero desde fuera, la inmersión se interrumpe, pero esto solo significa que se cambia una diversión por otra, o inmersión por emoción,l o inmersión por claridad, jugabilidad o cualquier otra cosa deseable. El rol es así, entras y sales de la ficción continuamente.
En cambio, cuando la inmersión se estropea es cuando sale mal. Por ejemplo, el master no describe nada, o lo hace de forma muy parca, o los PNJs hablan o se comportan de forma inverosímil o inadecuada, se abusa de mapas situacionales, hay una salida de tono inesperada... algo sale mal de alguna u otra forma, normalmente por errores de dirección o falta de voluntad en la mesa.
No estoy ni mucho menos tan documentado e informado como tú, comento esto como rolero de a pie. No sé qué piensas.
Lo que describes, como reacción a una buena descripción, a un GM estableciendo una atmósfera, dando vida al mundo, el cambio constante entre los marcos de juego, social y ficción (de eso también se habla en uno de los artículos que he compartido, pero no tenía tiempo de entrar en ello)...pues no lo llamaría inmersión, pero porque probablemente no lo llamaría de ninguna manera (...y bueno, el resto lo llamaría flow).
EliminarTampoco es algo que de completamente por hecho y por sentado cuando se hace, y una buena atmósfera y descripción siempre me resultan de ayuda para situarme, y me resulta estéticamente satisfactorio... pero llamarlo inmersión, implica para mí (para mí, etimológicamente, y para una mayoría, ontológicamente XD) la percepción de estar descendiendo a otra realidad, y yo nunca tengo esa sensación, si te soy sincero, de viajar a alguna parte. Siempre tengo los dos pies en la tierra, y si en algún momento me olvido del "yo", es en la acepción que le da el flow de "suma concentración".
Quizás sea que normalmente ocupo la posición del GM, y desde esa postura lo veo.
Desde la posición de GM, y con todo lo que ese trabajo y responsabilidad conlleva, pretender que puedes ignorar la "realidad real" de lo que haces, es una entelequia mayor que la de la inmersión.
¿Puedo ponerme nostálgico? ¡Es que si no me tengo que poner a fregar platos! ;)
ResponderEliminarVa.. os cuento una anécdota!
En segundo de BUP creo que era, teníamos un profe de filosofía, Larrañaga se llamaba, que daba una optativa de ética. Yo siempre sacaba unas notazas excelentes.
...Bueno, a ver, salvo en gimnasia, sacaba unas notazas excelentes en todas las asignaturas, pero esta la disfrutaba. ¡La disfrutaba de verdad! Disfrutaba los debates en clase, los ensayos que teníamos que escribir, las lecturas que nos recomendaba Larry... creo que sobre todo disfrutaba los debates. Eran otros tiempos; al menos en mi instituto.. unos tiempos en los que debatir no consistía en hacerle ZASCA! a nadie, sino en construir a través de las ideas, en crecer y en equivocarse juntos sin que eso se viviese como algo terrible, un ataque personal o un defecto de carácter... pero bueno, estoy divagando...
Un trimestre, el tema a explorar fue "el amor". Hicimos debates, trabajos, un ejercicio muy chulo que aun recuerdo de escribir todos una carta de amor, mezclarlas al azar y luego recibir una de no sabías quién (y que no iba dirigida tampoco a ti, en realidad, pero que tu tenías que hacer el esfuerzo "de inmersión" de imaginarte que sí)... tiempos felices.
No me moló nada que eligiesen ese tema, habiendo tantos otros mucho más interesantes, porque, como "ateo del amor" ;) no entendía a que venía tanto bombo y platillo, tantas pelis y tantas canciones románticas sobre algo que.. meh..
Aquel trimestre, para hablar del amor, hice lo mismo que hacía siempre. Documentarme, abordar el tema con mi fluida prosa y mi estructurada argumentación lógica, participar activamente en los debates... me pusieron un diez, como siempre, pero incluso yo me daba cuenta, en algunas de las intervenciones, en las miradas cómplices que el profesor cruzaba con algunos (y de desespero que cruzaba con otros) que allí había una "fiesta privada" a la que no había sido invitado, una parte de la conversación que me estaba perdiendo... algo que no pillaba, una pieza del puzle esencial, ¡fundamental! que me faltaba, y eso que con mi preclaro intelecto de bachiller podía explorar cualquier tema de ética o filosofía que se me pusiera por delante.
...Y además, yo ya me había enamorado (pensaba yo) de algunas chicas... no era un niño de 6 años que piensa que las niñas son aburridas porque no juegan al balón! tenía una extensa experiencia onanística a mis espaldas! (o entre manos)... ni siquiera podía llegar a imaginar que hubiera "algo más allá" de lo que yo ya había experimentado, algo que no era la diferencia entre TV en blanco y negro y a color, sino entre la radio y un entorno de realidad virtual como el de la Holocubierta de Star Trek.
Por supuesto, imagino que no era el único que no lo pillaba... de hecho algún amigo tengo que se ha enamorado por primera vez largo tiempo acabada la carrera, tras muchas más novias que yo. Lo pasó muy mal, e intenté ayudarle todo lo que pude (que en el mal de amores es poco o nada) pero una parte de mi no podía dejar de sonreírse y alegrarse ante ese descubrimiento de un nuevo mundo que, aunque asuste, es en realidad maravilloso... algo que por supuesto él tampoco podía entender, porque en esos momentos no estás para entender nada y solo te quieres morir.
Lo que quiero decir con esto es que el primer amor llega cuando llega... a veces más cerca de los 30 que de los 15, y que eso no es un mérito ni un demérito de nadie, así que le agradezco a Larrañaga que me pusiera otro 10 más, ni que sea solo por el esfuerzo y la pasión que le ponía yo a su asignatura, aunque aquel trimestre era evidente que no había entendido nada (bueno, nada tampoco... que no había entendido "lo fundamental"), porque por más que me hubiese esforzado, leído y estudiado (seamos justos también ahí) aquello no era algo que pudiera haber comprendido sin experimentarlo. No todo está en los libros.
(Continua...)
(...continuación)
EliminarPero más le agradezco, a él y al resto de compañeros que sí entendían de qué se estaba hablando, la paciencia que tuvieron conmigo y el buen hacer de no intentar explicarme, dentro de mi marco conceptual totalmente inadecuado para entender el tema, todo lo que no estaba pillando. Imagino que, muy acertadamente, pensaron que ya lo entendería cuando me enamorase de verdad y que no habría tampoco manera de que lo comprendiese hasta entonces por mucho que me contasen ellos en aquel momento.
Como os digo, estos recuerdos son muy tiernos y bonitos para mí; por eso los comparto... porque recuerdo a un Albert inocente, y recuerdo como luego, encajaron todas las piezas de ese puzle, y pude reaprovechar todas esas enseñanzas (que en el momento no me permearon) y disfrutarlas como si llegasen a mi de nuevo. En cierta manera, tuve la suerte de asistir dos veces a esas clases, la primera, sin entender lo que era el amor y la segunda habiéndolo experimentado. Y recuerdo también sentir un poco ese ridículo, recordando mis análisis, mis intervenciones, mi participación... y pensando, Dios mío... no pillaba una mierda.. ¡y cómo debieron darse cuenta todos de que no pillaba una mierda! ¡Que vergüenza!. Y sí, por supuesto que lo notaron... de hecho, como digo, ya notaba yo que lo estaban notando, aunque como digo eran tiempos en los que no se buscaba zasquear a nadie ni quedar por encima de nadie.
A estas alturas ya es evidente, supongo, pero la lectura de esta entrada me ha retrotraído a esos tiempos más felices. Y quiero que se entienda bien, porque no es una crítica, igual que no critico a mi antiguo yo, que se esforzaba por hablar de algo que no comprendía. Ni sugiero que estas reflexiones carezcan de mérito, valor o base, como tampoco carecían las mías... son correctas, coherentes, tienen perlas valiosas, "insight"... pero les falta una pieza central del puzle que, si no se ha vivido, no se puede tampoco transmitir (o al menos yo no sé como hacerlo) y hace que tengamos un mapa sin punto de origen, que no nos valdrá de nada hasta descubrir ese punto y lo que significa.
Flow e inmersión no son lo mismo, como no lo son sexo y amor, claro que no. Y este no es un aporte baladí, hay quien no lo pilla (ni con lo del flow ni con lo del sexo). El sexo sin amor puede ser plenamente satisfactorio. Hay muchos tipos de amor, se puede amar a un perro. La distancia no ayuda al amor pero este puede sobrevivirla (igual que se puede estar inmerso en un rol en vivo vestido de calle, o en la historia de Dogville... o te puedes "enamorar" de Helen Hunt en "Mejor Imposible" aunque sea una peli), el amor (y la inmersión) pueden traer muchos quebraderos de cabeza ¡Vaya que sí!... todo es cierto. Todas estas reflexiones en la periferia de la idea central aportan... Pero falta como digo una pieza fundamental del puzle. Una pieza que el propio autor admite que no tiene al inicio del post (pero no es porque no exista) y sin la cual no se puede entender la contrapartida, por ejemplo, a esos quebraderos de cabeza que nos traen el amor o la inmersión.
No se si todo el mundo llega a enamorarse alguna vez. Si todo el mundo tiene la capacidad de enamorarse. Es muy posible que no, los seres humanos somos muy variados y este es un buen mes para recordarlo.
Respeto que haya quien, superado por los problemas que trae, no quiera volver a pasar otra vez por lo mismo (o por primera vez por lo mismo) y quiera "no enamorarse" (que es algo que, por fortuna o desgracia no se puede elegir) o tome medidas para prevenir que esto le pase (como meterse a monje o cortar cualquier tipo de relación que está yendo "más allá" de la zona en la que se siente seguro)... pero para mí no hay color. Antes prefiero vivir una vida de desamor que una sin amor.
Con la inmersión, lo mismo.
Un abrazo enorme a todos desde la nostalgia y el respeto.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarAy, el amor!
EliminarY por esto termino considerándome un "ateo de la inmersión." Porque desde mi punto de vista, romantizáis algo que tiene una explicación más sencilla, y desde el vuestro me compadecéis por no ser capaz de tener fe, y sentir en mi ser la gracia y el amor de Dios.
Gracias por pasarte Albert, contigo siempre es un placer (...tal vez no debería decir eso, después de hablar del amor y del sexo queda raro...).
No te creas que no he pensado en la metáfora de la fe (de la que carezco) y en el misticismo con la que se envuelve. 😜
EliminarEn cierto modo, creo que es una comparación totalmente válida. No se pueden explicar ni el amor ni la fe, no son elementos de los que te puedas fiar a ciegas (no recomiendo hacerlo con el amor al menos, que es del que hablo) y puede ser que ambos aporten algo beneficioso para el espíritu aunque no dejen de ser una mentira, una ilusión.. Porque sí, ese amor adolescente es una mentira.. Luego descubres que puedes seguir viviendo perfectamente sin esa persona.. Y que como todo ser humano no es ni divina ni el demonio.. Pero ese no es el quid de la cuestión. No por estar equivocado es menos real el sentimiento.
No hay que dejarse llevar por el amor irracionalmente ni usarse para justificar cualquier atrocidad, totalmente de acuerdo.. Lo que digo es que no se puede aprender a cabalgar ese sentimiento si no se experimenta. No se puede entender la culpa y como lidiar con ella si nunca la has sentido.
Con los celos, por ejemplo.. A mi me pasa. No siento celos (en el ámbito sexo afectivo) de ningún tipo. Ni los voy a sentir jamás.. Mi cerebro no funciona así. También he aguantado mi tanda de "eso es que nunca te has enamorado, cuando te enamores sentirás celos".. pero bueno. En general se considera que los celos son malos, así que no sentirlos no es visto como algo malo.. Y lo mejor, todos estaremos de acuerdo es conducirse con racionalidad y evitar por todos los medios los celos, y si los sientes resistirte a actuar en base a ellos.. Pero yo no puedo darte ni una mínima pista sobre cómo hacer eso, porque jamás me he enfrentado a esa bestia, aunque en mi actitud soy capaz de bordar un comportamiento libre de celos.
La metáfora con el amor no es perfecta. He escrito esta historia porque es lo que me ha evocado leer tu post, no porque sea la que mejor paralelismo tiene. Probablemente a ti con la inmersión te pase lo que a mí con los celos.. Seguramente ya no lo sentirás. Y puedes hacer aproximaciones a entenderlo (igual que yo imagino que los celos afectivos serán parecidos a las envidias en un entorno laboral, por ejemplo, o que algunas personas sentirán atracción por una verga de una manera análoga (e irracional en ambos casos) a la que yo pueda sentir por unos turgentes senos).. pero en realidad, la verga, no me pone por más que quiera.
Hoy estoy girando mucho sobre el tema sexual, me temo 🙄🙄🙄
¿Será mi subconsciente que me quiere decir algo?
Resumen: La "inmersión" es la polla. No dejes que gobierne tu vida, pero créeme si te digo que hay gente a quien le encanta 😜